domingo, 1 de agosto de 2010

COMENTARIO RECIBIO POR CORREO ELECTRONICO

TODAVIA RECUERDO

Todavía recuerdo la época en que no existían tantas barreras arquitectónicas en nuestras instalaciones deportivas tricantinas, ni falta que hacían (una puerta innecesariamente añadida y cerrada con llave a cal y canto, al igual que una alambrada de más, también es una barrera arquitectónica), cuando se podía entrar y salir con más libertad, fluir en definitiva, sin tener que dar más explicaciones, cuando los accesos estaban menos obstruidos. Ahora es incomodísimo transitar por algunas de ellas. Parecen cárceles o cuarteles.

Todavía recuerdo cuando en la EMS se respiraba un aire de familia y de convivencia que daba gusto, donde uno tenía la sensación de estar entre familiares, primos, hermanos, y todos nos saludábamos con simpatía y buen humor y no nos mirábamos como extraños. Ahora te miran como si no te conocieran, como si no supiesen quién eres. Entras en una instalación y eres un extraño, teniendo que pedir permiso hasta para cagar. Como en la cárcel o en el cuartel.

Todavía recuerdo cuando no tenías la sensación de estar en una situación policial permanente, de prohibiciones y precauciones, castrante y obcecada hasta el delirio (el castrado es el que prohibe, no aquél a quien se prohibe -lo que sea-). Ahora se vive en toda la empresa bajo una especie de "ley del miedo", bajo una especie de permanente Espada de Damocles que parece que va a caer sobre la cabeza de uno y cortársela para siempre. Como en una cárcel o en un cuartel.

Todavía recuerdo el ambiente que se respiraba cuando gente de la empresa quedábamos a comer o a cenar en los diversos restaurantes de las distintas instalaciones, donde había verdadera confianza y apertura, donde si teníamos que hacernos favores mutuos nos los hacíamos (incluso desde un punto de vista laboral). Ahora sigue habiendo comidas, cenas y reuniones, pero mucho más escoradas hacia una cierta ideología imperante, hacia una tendencia ("éste me cae bien", "el otro me cae mal", "el de más allá no es del comité", "éste es de los míos y aquél no" (ponga usted el partido que quiera o la ideología que quiera)), según la cual nos caemos mejor o peor unos a otros en función de las putadas de más o de menos que nos hayamos hecho. Habrá quien me diga que esto siempre ha sido así y es inevitable. Puede, pero yo antes no tenía una sensación tan clara de favoritismo o separatismo a la hora de relacionarme con alguien de la empresa (no le veía la etiqueta de "miembro del comité", o "socialista", o "del PP (Dios nos ampare)", o de lo que fuese). Desde 2004 no he vuelto a saber lo que era quedar en condiciones con gente de la empresa a comer o lo que fuera. Por no hablar de que ahora los bares y las instalaciones son cada vez más compartimentos estancos entre sí, de tal forma que la confianza, la colaboración, los favores mutuos, etc... cada vez se han difuminado más. Ahora, como en la cárcel o en el cuartel.

Todavía recuerdo esas noches en que podías ir sin ningún problema a ver al compañero vigilante nocturno y pasar una buena velada de conversación sin descuidar en absoluto el trabajo, cuando podías ir a la instalación por la tarde a visitar al compañero oficial sin que nadie te dijera nada por estar allí y compartir una cerveza, que no pasaba nada. Ahora parece estar terminantemente prohibido todo esto o se hace con una cautela tal que ya ni lo disfrutas, pues estás más pendiente de prohibiciones y de que te pillen que de disfrutar el momento. Como en la cárcel o en el cuartel.

Todavía recuerdo cuando en la EMS se respiraba. Ahora el ambiente es irrespirable. Como en una cárcel o en un cuartel.

Todavía recuerdo cuando en la EMS se apelaba al sentido común de los empleados y se confiaba en ellos, considerándoles personas adultas. Ahora se les infla a normas y prohibiciones (escritas o no escritas) cada vez más estrictas y la mayor parte de ellas absurdas o innecesarias, infantilizándolos, como si necesitasen a aquél que tanto les prohibe y cohibe. Igual que en la cárcel o en el cuartel.

Todavía recuerdo los tiempos en que en la EMS podías hacer prácticamente lo que te daba la gana (dentro de unos límites autoimpuestos, por supuesto) porque se podía, porque imperaba una cosa llamada "sentido común", porque no hacías daño a nadie, las cosas se organizaban de tal forma que el caos no imperase, confiábamos todos los unos en los otros y se creía en la responsabilidad individual y colectiva, en la autogestión, en la confianza mutua, en saber que mi compañero lo es porque me cubre (y no porque me des-cubre, que esos no son compañeros ni nada) en el trabajo o como sea, etc... Ahora................(en fin, poned aquí lo que se os ocurra). Pa mear y no echar gota, como en la cárcel o en el cuartel.

¿Y a quién le debemos la situación actual?, ¿hace falta que os lo diga?, ¿vais a seguir permitiendo que la EMS funcione como una cárcel o un cuartel?. Que la felicidad y el bienestar no consisten sólo en tener el estómago lleno o las cuentas saneadas (veremos a ver hasta cuándo).

Hace falta respirar de nuevo, sin tener que estar viviendo de recuerdos, oxigenarse. Al contrario que en una cárcel o un cuartel, que es en lo que alguno (algún ex-lo que sea, pero que sigue dando por el culo) os ha convertido y lo que quiere que sigáis siendo, pues es su lugar natural.

El suyo, no el vuestro. Recordadlo vosotros también.

Francisco Miguel Mostazo Álava


7 comentarios:

  1. Qué razón tenía quien esto escribió.

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  2. Para mi que esta persona no ha recibido los malos tratos que otros si hemos recibido, y solo por parte de aquellos que llebaban muchos años en la empresa. Estamos esperando nuestra oportunidad para poder avanzar, sin con ello tener que pedir permiso a ninguna persona O hacer la pelota a otra. Yo, gracias a Dios, tengo mi familia, tengo mis amigos, y por supuesto no considero ni amigos ni familia a todas las personas que hacen maldades y muchas de ellas a la espalda, dentro de esta nuestra empresa. Y no tiene nada que ver con la politica, porque si asi fuera tu no habrias salido del cuartel o de la carcel que habras pisado digo Yo, ya que haces tanta referencia a ellas.

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  3. Al segundo comentario no lo entiendo. siempre hablando con claves y retorcimientos. y sino me enfado y no respiro.

    Habla claro que no te entiendes ni tu.

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  4. A buen entendedor con pocas palabras bastan

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  5. Joder, pues solo te enteras tu.

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  6. Es verdad. El segundo comentario (día 21 a las 13:14h) es sólo un circunloquio que no va a ninguna parte ni tiene argumento ninguno para afirmar lo que afirma, si es que afirma algo.

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  7. Lo que ninguno va conseguir es que delate mi identidad para conseguir mas acosos por parte de la "buena" gente que existe en la ems. Aquel que ha sido, es y sera un cobarde sabe a lo que me refiero, y que ande con los cuatro ojos al loro no sea que sus compañeros de ccoo se den cuenta de lo bueno que es. En cuanto a los demas comentarios, todos firmamos como anonimo, verdad?Que cada uno saque sus conclusiones. Un beso muy grande al comite del preacuerdo.

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