La inflación, por encima del 2%, acentúa la pérdida de poder adquisitivo
La negociación colectiva sigue bajo mínimos a tenor de los convenios registrados hasta finales de julio. Según el recuento del Ministerio de Empleo, el número de acuerdos en los siete primeros meses del año entre trabajadores y empresarios (1.209) se mantiene en el nivel más bajo desde 1981, inicio de la serie estadística. Lo que sí atestiguan los pocos acuerdos nuevos que se han suscrito —la mayoría son revisiones de convenios que arrastran condiciones de años atrás— es que la moderación salarial se impone, sobre todo en los 207 convenios de empresa firmados: aquí el incremento medio de los sueldos es del 0,47%, también el nivel más bajo de la serie.
La subida en los nuevos convenios de empresa está ya por debajo del objetivo fijado por sindicatos y patronal, en su pacto salarial (0,5% en 2013). En aquel acuerdo entre CEOE, CC OO y UGT —que también minimizó el uso de las cláusulas de garantía, tan denostadas por el Banco Central Europeo—, los representantes de los trabajadores aceptaron menores salarios reales, una pérdida de poder adquisitivo, para permitir a empresas en crisis que no optaran por despidos. Pero tras aquel pacto llegó la reforma laboral, que trastocó las condiciones del mercado de trabajo y congeló la negociación colectiva.
Entre otras muchas cosas, la reforma laboral facilita el despido barato, da la opción al empresario de descolgarse de los convenios para bajar sueldos, consagra la supremacía de los convenios de empresa sobre el resto y limita a un año la prórroga para llegar a un acuerdo cuando el convenio caduca.
Las disposiciones de la reforma laboral dan más poder de negociación al empresario para bajar sueldos en una situación de crisis. Eso, y elrepunte del desempleo de la mano de otra recesión, presiona en la negociación salarial.
Lo que tampoco estaba en el guion de aquel pacto salarial es que el Gobierno subiera el IVA y varios precios administrados más (tasas universitarias, precios de los medicamentos). El resultado de estas decisiones es que las previsiones sobre la inflación han variado de forma radical: cuando antes se auguraba acabar el año con un aumento cercano al 1,5%, ahora se da por hecho que el IPC rondará el 2,5% en diciembre. El contraste con la moderación salarial arroja la mayor pérdida de poder adquisitivo de la crisis para los trabajadores.
El aumento salarial en los nuevos convenios de empresa se queda a la mitad del incluido en los convenios de ámbito superior (sectoriales), con un incremento medio del 0,85%. Si se incorporan los convenios revisados, con condiciones salariales pactadas años atrás, el incremento alcanza el 1,56%.
En su último informe mensual, el Banco Central Europeo instó a los Gobiernos de países con alto paro y necesitados del auxilio europeo, como España, a proseguir en estas políticas de devaluación interna, mediante “la relajación de la legislación de la protección del empleo, la supresión de los mecanismos de indiciación salarial, la reducción de los salarios mínimos y permitiendo la negociación salarial a nivel de empresas”. El BCE pide “recortes adicionales en los costes laborales unitarios”, que en España bajan desde 2010 a un ritmo del 2,5% anual. “Rebajar los sueldos tiende a incrementar la competitividad, pero también puede dañar el crecimiento económico al deprimir el consumo”, advirtió este viernes la Organización Internacional del Trabajo.
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